Imagínala, sí, caminar por ese pasillo vestida de blanco, aunque a nuestro pensar realmente no le importe las costumbres morales de que así debe de ser; pero imagínala. Sería maravilloso.
Imagínala, con una pijama de lo más aguada, pero súper cómoda, caminando descalza saliendo de la cocina llevando un plato en su mano directo hacia el cuarto con algo de fruta, un domingo cualquiera.
Lo más fácil es quedarse callado...
La frase que más me gusta es "sí"
La que no prefiero es "no".
Imagínala, y déjala ir... nada es lo que parece.
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