20 ene 2009

EL FLOTANTE QUE SE RESISTE A IRSE...


Quizá sea un tema un poco "asqueroso", pero no por eso nada real.

En fin, cuántas historias no se han escrito en ese lugar a donde sólo nosotros vamos solos. Digo, en la mayoría de los casos, pues a veces por lo general, las mujeres son acompañadas por sus amigas, ya sea el asunto al que vayan van acompañadas. Muchos leen, hojean revistas, cuentan cuadritos del mosaico, admiran la decoración, etc. Pero hay algo que a todos incomoda, sobre todo cuando el baño es compartido o cuando es el de la oficina, o el de la casa de tus suegros, vieja o amigos en una fiesta.

En fin, es penoso e incómodo que ya cuando uno se decidió a entrar al baño a defecar (así con todo su significado) después de aguantarse como 4 horas por aquello de no ser el baño propio y sentirse cómodo, además de entrar y apurarse para distraer a los que saben que estás ahí y que no quieres que sepan que estás sentadote o sentadota en el retrete echándote un "cake", quizá oloroso o no, agregando que en esa ocasión resulta ser que es de los más ruidosos y por más que quieras aplicarle el silenciador no se puede; ¡jajajaja!, resulta que cuando terminas, y halas la manija del depósito de agua para limpiar lo que corresponde, una:


Te das cuenta de que grafiteaste todo el contorno de la tasa, el tronco o tronquitos al irse por la corriente de agua y el remolino que se hace, mancha toda la maldita tasa y pa´acabarla de chingar, es blanca. ¡Ni cómo jodidos disimularle! ¡Jajajajaja!


Una vez que se arma el remolino, te das cuenta que no todo se va, y vigilas porque se vaya, pero, resulta ser que uno o dos tronquitos se resisten a irse y chin, a veces el depósito de agua de descarga tarda un buen en llenarse de nuevo y comienzas a darte cuenta que te estás tardando, por lo que tu estrategia de no tardarte para que no se den cuenta de que te echaste un "cake" ya no funcionará. Peor si te tardas más, pues dirán: "Este wey se está echando un buen pastel eh, o está estriñido"


Entonces, esperas a que se recargue de nuevo el depósito de agua y vuelvas a jalar para que ahora sí, se vayan los tronquitos mal nacidos. Pero no, resulta que son flotantes y no se vuelven a ir. Pues, ni modo, tendrás que salir esperando a que nadie entre de nuevo antes que tú que lo más seguro es que fingirás que tienes ganas de ir al baño de nuevo para orinar, pero realmente lo que harás dentro es ir a halarle la manija para que se vaya el trocisco. Pero, (de nuevo y como siempre un maldito pero) fue demasiado tarde, en un descuido llegas a abrir la puerta del baño y te das cuenta de que alguien ya entro. ¡Jajajajaja! ¡En la madre! -dices- ¡pero ni pedo, total! -te conformas- Observas quién de los presentes fue el que posiblemente entró. Pa´chingarla, fue una chava y si le agregamos un poquito de drama, fue la que te gusta y con la que andas quedando bien. O, la dueña de la casa, o la guapa y atractiva jefa de departamento de tu oficina. Quizá menos grave, que no por lo tanto menos penoso, tu compañera con la que te llevas bien y te conoce bien, pero menos en esa etapa.

Y bueno, muy raras veces el que entra a cajetear se percata del fálico olor y pues no hay con qué contrarestarlo. Un buen cerillo hubiese servido bastante, el fósoforo absorve ese olor desagradable.

Lo que sigue después de esto y de quien entró, pues simplemente no se sabe. Pero cuando uno entra y ve esos pequeños residuos ¡jajajajaja! casi siempre manifestamos: "¡Ahhh que buen cake eh, pinche wey cagón asqueroso, por lo menos le hubiera bajado bien, pinche cerdo!".


Algunas veces, el culpable finge demencia: "¡No mamen, alguien se echó un cacahuate bien severo aquel día que hasta grafiteó toda la tasa; pinche manchado, y pa´acabarla de chingar, dejó unos trozos flotines!" ¡Jajajajajaja!. Explicación dada, culapabilidad manifiesta.


Este relato, se lo dedico a mi compañero de chamba, que me dio este buen tema asqueroso para redactar hace 5 min. y eso sucedió. No se dio cuenta de que entró una compañera y él confesó había dejado El Trozo Flotante que se resiste a irse... ¡jajajajaja! ¡Qué buena risa caray!


Saludos compañero, ¡qué buen cake! ¡Jajajajajaja!

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